Hola, mi nombre es Karen Klein Melo y te quiero contar sobre mí y la psicoterapia que podemos realizar juntos. Me desempeño como Psicóloga y Terapeuta Familiar hace 22 años, tiempo en que he acompañado a niños, adolescentes, adultos, padres y familias en sus procesos de aprendizaje y cambio en busca de su bienestar emocional.  Cada etapa de mi formación ha sido una pieza fundamental en mi crecimiento personal y profesional, con el propósito de dar una atención acorde a las necesidades y particularidades de cada persona y de ofrecer un espacio donde se sientan seguros, escuchados y respetados.

Mi primera experiencia de aprendizaje y aproximación a la psicología fue en 1995 en la Universidad Central, en donde obtuve mi título de Psicóloga Clínica en el año 2001. Con la convicción de que nuestras historias y experiencias de vida se dan en un contexto relacional y de comunidad. El año 2003 hice un Postítulo en Terapia Sistémica en el Instituto de Terapia Familiar de Santiago, especializándome en Terapia Individual, Familiar y de Parejas y el 2011 un Magíster en Terapia Sistémica en la Universidad San Sebastián, un paso que amplió aún más mi comprensión de las dinámicas familiares y relacionales.

En 2019 comencé mi formación en el Círculo de Constelaciones Familiares, en donde fui incorporando nuevas herramientas para poder identificar patrones que se repiten en nuestra forma de actuar y ver la vida dentro de nuestras familias de generación en generación. Con este mismo interés participé en jornadas impartidas por Constelaciones México, instituto enfocado en soluciones sistémicas.  

Mi camino continúa con un interés constante por apreciar la Diversidad, con las distintas orientaciones sexuales e identidades de género, y adquirir herramientas valiosas para acompañar a familias y adolescentes de la comunidad LGBTQ+, trabajando desde una perspectiva inclusiva y respetuosa.

Un tiempo atrás un pacientito de 13 años me preguntó hasta cuando tenía que venir a la psicóloga y le dije que así como nos conocimos cuando él tenía 6 años y nos hemos visto en distintos momentos de su vida, podía ocurrir que a futuro volviéramos a encontrarnos. Luego me dijo; hace cuánto tiempo eres psicóloga? hace 20 años le respondí. Y has ido al psicólogo? y le conté que si, que mi mamá me llevó cuando era chica, que como a los 14 años fui con mi familia y que hace un tiempo que voy y vuelvo con mi psicólogo cada vez que así lo necesito.

Para qué te sirve la terapia? Para hablar de lo que siento le conté, aunque además me dije en silencio que para escucharme y poner atención en lo que necesito para estar bien. Hacer una pausa, conocerme, tener claridad, juntar fuerzas y tomar decisiones difíciles. Para quererme más, para aprender a poner límites y tantas otras cosas… así con esta conversa profunda y retrospectiva donde me vi de niña y de yapa me terapiaron. Qué bonito conectar con un otro y conmigo también.

Escogí esta imagen por su carácter universal presente en distintas culturas originarias. Me impresiona como representa cosas similares en diversas visiones de mundo: los cuatro puntos cardinales, las estaciones del año, el calendario lunar y los ciclos de la vida y nos recuerda que todo en la vida tiene su tiempo. El círculo que envuelve simboliza la naturaleza y la comunidad a la que pertenecemos y nos muestra que somos parte de algo más grande que nos acompaña y sostiene y que es un derecho y necesidad humana el pertenecer. También nos muestra que todo está conectado, que sanar también es respetar nuestros ritmos, volver al centro y permitirnos habitar cada etapa del proceso. Si se fijan, se asemeja mucho al kultrún mapuche y su forma de ver la vida profundamente conectada con la naturaleza, los ciclos y el equilibrio que es mucho más que un instrumento musical; también es un objeto ritual y espiritual que con su palpitar nos invita a hacer silencio, a escuchar nuestros latidos y ser conscientes de que somos naturaleza en movimiento.